Traductor

23 ago 2010

JAIME HERNÁNDEZ ZARAGOZA, MEDIOCRE EMPLEADO DE FÉLIX GONZÁLEZ CANTO



CANCÚN, Lunes 23 Agosto 2010.-

CONSTE!
LA MISMA GATA…


+ Nefasto, el nuevo jefe de Policía en Cancún fue impuesto por Félix
+ El alcalde Jaime Hernández Zaragoza, una marioneta del virrey
+Sandra Novelo Leyva, pariente de narcos, labora ¡en un juzgado!


Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com



Es el mismo infierno pero con diferente diablo. Así podría resumirse la situación en la policía municipal de Cancún, donde el alcalde sustituto Jaime Hernández Zaragoza –mangoneado por el virrey Félix González Canto-- consumó un acto de “gatopardismo”: cambiar para que todo quede igual. O quizá sea peor…
El nombramiento --el jueves 19 de agosto-- del general retirado Eduardo Alejandro Cardona Benítez como nuevo Secretario de Seguridad Pública del municipio de Benito Juárez (Cancún) es una nueva burla a la ciudadanía. De 69 años de edad, más viejo aún que el anciano y también militar en retiro Urbano Pérez Bañuelos, fue un disciplinado y muy cercano colaborador de éste.
Ambos fueron designados por el entonces presidente municipal Gregorio Sánchez Martínez el 2 de junio de 2009, con la promesa de que con la llegada de esos dos militares --y otros más— por fin se acabaría con la corrupción en la corporación policiaca y se combatiría “en serio” la alarmante ola delictiva. Pérez Bañuelos quedó como titular de la SPP y Cardona como Director de Seguridad Pública. El sinnúmero de de elementos castrenses que supuestamente llegó para “limpiar” la corporación, sólo engrosó más la nómina, pues se les asignaron altísimos sueldos. Directores y subdirectores con un salario promedio de 12 a 15 mil pesos quincenales, y más de 40 mil pesos a los mandos.
Tal promesa del mesiánico Greg obviamente no fue cumplida, igual que muchos más de sus demagógicos anuncios.
En un año en que los dos sexagenarios militares tuvieron el control de la policía cancunense, creció el índice delictivo y se agudizó la infiltración de los carteles de la droga --particularmente los “Zetas”-- en la SPP. El propio Pérez Bañuelos ha sido señalado como protector de narcotraficantes, quienes le habrían pagado una millonada en dólares. ¡Se enriqueció rapidito!.
No es creíble que el general Cardona haya estado ajeno a esos vínculos e ilícitos de su jefe. Tampoco puede concebirse que nada haya hecho para atacar la corrupción que al interior de la SPP había en junio del año pasado y que continúa con mayor intensidad en agosto de 2010. Cardona jamás levantó la voz para denunciar tal podredumbre. Entonces, el sentido común indica que era igual de beneficiario que don Urbano. Hace unos días, el diario local Respuesta dio detalles de la deshonestidad del par de militares:
“El general retirado Urbano Pérez Bañuelos sólo llegó a enriquecerse con la gran cantidad de dinero que generó como resultado de la corrupción que realizaba bajo el contubernio de sus directores (sobre todo Cardona). A los elementos que se querían cambiar de Seguridad Pública a Tránsito les pedían 7 mil pesos, los dados de baja para reingresar eran 15 mil pesos; en los operativos de velocidad o alcohol le entregaban 3 mil pesos diarios, mientras que a los propietarios de grúas, la mitad del costo por los traslados era para la corporación (…) Por su parte, el director de la Policía Preventiva, Eduardo Alejandro Cardona Benítez, también bajo la complicidad de Urbano Pérez Bañuelos, ordena a su gente de confianza que los elementos tienen la consigna de levantar albañiles o ‘chapitas’ en el Crucero principalmente los días de quincena y de preferencia cuando están bajo los influjos del alcohol”. Antes de recluirlos en prisión, los detenidos son obligados por los mandos para que acusen a los agentes de haberlos despojado de dinero o pertenencias personales. Y entonces los agentes son extorsionados por sus jefes: dan 5 mil pesos, o más, o son dados de baja y consignados”.
¿Así, o más claro el ejemplo de cómo Cardona Benítez le entró duro a la corrupción?...
Entonces, se ve como un grave error de Hernández Zaragoza no haber nombrado como nuevo titular de la SPP a un personaje totalmente ajeno a la desastrosa gestión de Greg y de su viejo general Pérez Bañuelos.
Después de exhibir de nuevo su incapacidad e inexperiencia, sobre todo su absoluto desconocimiento de cómo se las han gastado los “guardianes” cancunenses, Hernández Zaragoza se pasó varios días titubeando y hasta miedoso: primero no se atrevía a pedirle la renuncia a don Urbano y, luego, no asumió su responsabilidad de ser él, y nadie más que él, quien nombrara al sucesor. Arrodillado como está ante el virrey González Canto, dejó que éste tomara la decisión.
Y así fue: no hay duda que el viejo Cardona, sumido hasta el cuello en la fétida olla de corruptelas que es la SPP, es una nueva imposición del gobernador, como ya consumó otras en el ayuntamiento de Benito Juárez, empezando con su primo Jaime Zetina González --el golpeador de mujeres y ex funcionario en Yucatán--, a quien colocó como Tesorero hace unos días.
Sobra decir que las imposiciones del gobernador constituyen una flagrante violación a la autonomía municipal pero lo más grave es que son en detrimento de los habitantes de Cancún. Ni la anhelada seguridad pública ni el esperado manejo sano de las finanzas llegarán por lo pronto al municipio. Los ciudadanos tendrán que aguardar hasta abril del año próximo, cuando entre en funciones la administración de Julián Ricalde Magaña… y eso, ¡está por verse!.
El caso es que González Canto ya extendió su virreinato a Cancún, que la ha convertido en una “colonia” bajo su dominio. Por fin ha cristalizado su sueño de gobernar también éste que es el más importante destino turístico del país. No pudo hacerlo cuando estaba Greg, quien acaparó siempre los reflectores en su loca y frustrada ambición de ser gobernador.
Félix autoerigido en gobernador-alcalde, y Hernández Zaragoza resignado a ser una marioneta… o a pobre diablo.
Recuérdese que el virrey desató una feroz campaña mediática contra el entonces alcalde Greg e incluso contribuyó en gran medida a su encarcelamiento, para allanar el camino a su delfín Roberto Borge Angulo y para tomar el poder del ayuntamiento de Benito Juárez. Literalmente, el gobernador sacó del Palacio Municipal cancunense a Latifa Muza y pretendió imponer a su corrupto incondicional Victor Viveros --del PRI, obviamente--, pero como no lo logró, se esforzó por colocar al mediocre Hernández Zaragoza. Desde luego, el demagogo González Canto fue el primero en congratularse con la llegada de Cardona Benítez: “brinda certeza, es alguien que viene también con las mejores credenciales de la Defensa Nacional, y tiene experiencia en Cancún porque estuvo previamente como director de Seguridad Pública en el municipio, y esto obviamente nos da la certeza, la garantía de que hay una persona capacitada y preparada con el perfil adecuado”.
(La única “certeza” es que Cardona ha solapado y se ha beneficiado con la gran corrupción en la SPP de Cancún).
Y ni modo: los cancunenses y los miles y miles de turistas nacionales y extranjeros tendrán que padecer la inseguridad y las corruptelas de la policía municipal por lo menos siete meses más.
Hace menos de cinco meses, el martes 23 de marzo, el entonces procurador de Justicia de Quintana Roo, Bello Melchor Rodríguez, denunció que por lo menos 600 de los cerca de 2.000 elementos de la policía municipal de Cancún “están relacionados con la delincuencia organizada… cobran por darles protección”. Además advirtió que aproximadamente un 30 por ciento de los oficiales estarían de alguna forma vinculados con el narco. .
Y en esa época nada se hizo para solucionar el problema. De aquí a abril, tampoco se hará nada.
El anciano Cardona, al asumir el cargo, prometió lo mismo que el viejo Urbano: que no habrá tolerancia para policías corruptos, y que Cancún tendrá “la mejor policía del país”. Pero Cardona ya se adelantó a quejarse: que no hay elementos suficientes, que falta equipo, que los sueldos son bajos, etc., etc. (La misma cantaleta que en los últimos meses caracterizó a Pérez Bañuelos). O sea, tendrá pretextos para no dar buenos resultados, igual que su antecesor. Apenas el 15 de mayo pasado, don Urbano admitió campechanamente que los índices de delincuencia aumentaron ¡70 por ciento! en comparación al año pasado. Y culpó a “la afluencia turística” de ese negativo efecto.
Respecto al generalazo Cardona, unas horas antes de que lo nombraran titular de SSP, fue acusado por la directora del DIF municipal, Laura Susana Martínez Cárdenas, de haberse negado a asegurar el perímetro en las instalaciones de la institución, de las que se fugaron cuatro menores de edad. “La fuga --dijo ella-- se habría evitado si hubiéramos contado con el apoyo del general Cardona…”.
¡Pobre Cancún!...
------- o ---------

SANDRA NOVELO, ACUSADA.- La organización cancunense “No a la Impunidad” envió una carta a esta columna periodística para denunciar que Sandra Novelo Leyva, esposa de Alejandro Betancourt Pérez, el encarcelado jefe de la Policía Turística de la ciudad bajo cargos de tener nexos con el narcotráfico, está involucrada en la venta de información en el Juzgado Segundo de distrito, donde todavía labora, “lo que habla muy mal de la Judicatura”. Añade que Novelo ha sido señalada por el testigo protegido “Zajed” (Bryant Cabrera Castillo), el mismo por el que se encuentra preso el ex alcalde Gregorio Sánchez Martínez. “Zajed” declaró que conoció a Betancourt y a su esposa, “pariente de los narcotraficantes Beltrán Leyva”. Sandra --añade la misiva-- “se jacta de haber ‘matado’ la averiguación previa en su contra gracias a sus influencias dentro del Juzgado”. Y también dice: “Es muy triste ver que un lugar como Cancún, se ha convertido en un jugoso negocio de unos cuantos, a quienes no les importa llevarse entre las patas a todo un pueblo y además dañar la imagen que ya es poco atractiva para el turismo. En el caso de Novelo Leyva, como puede verse en el expediente, se nombra a varias (personas) que sí fueron detenidas, pero casualmente ella, que trabaja bajo el amparo de jueces, no ha sido aprehendida. Su hermano Carlos Novelo Leyva, quien estuvo también dentro de la Policía Turística de Cancún, fue despedido del ayuntamiento de Solidaridad por extorsión. ¿Por qué mantienen en su cargo a esa mujer con tan negros antecedentes propios y familiares?”.

-------- -------------- --------

*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com